Las hijas son más preciosas
que el oro
Más preciosas que tus sueños,
por gloriosos que sean estos.
Pues son el don que
das al mundo.
Son su esperanza.
PAM BROWN
(1928)
Tienes razón. Puede
que sea verdad eso de que suelo
comportarme de un modo un tanto anárquico... en ocasiones me dejo llevar por un
impulso, por un sentimiento, por un deseo. Tal vez, en esos momentos, muestro
con mayor nitidez mi verdadero yo, el que me sobrevive soportando pesadas cargas,
responsabilidades y rutinas.
Han pasado los años y parece que fue ayer cuando nos
confesábamos nuestros secretos infantiles en el patio del colegio,
conversaciones aderezadas con miradas cómplices y sabor a regaliz y polos de
limón. El momento en que viajábamos en tren rumbo al sur sin preocupaciones,
con los ahorros justos y las mochilas llenas de proyectos. El momento en que
los nubarrones empañaron nuestras vidas
y nos separamos. El momento del reencuentro, unas navidades extraordinarias,
donde fui obsequiada con los dones de la vida y de la amistad...
Esta noche abro una botella de Lambrusco y pienso intensamente en nosotras dos.
Dormita a tu lado el tesoro que cambiará tu vida para
siempre. ¿Recuerdas lo poco claro que te resultaba el tema de la maternidad?
Puedo evocar con precisión aquella temporada convulsa y estresante en la que
cogí urgentemente el primer vuelo del viernes para aparecer en Madrid casi por
sorpresa, la larga charla durante la cena en tu casita de juguete, el café en Puerta del Sol, encrucijada de todos
los caminos...
Han cambiado mucho las cosas. Muchísimo. Eres consciente de
todo lo que he tenido que dejar atrás para poder sobrevivir. Unas ilusiones se
han apagado, como luces de feria. Otras nuevas brillan y centellean en la
noche. Hemos pasado momentos difíciles y seguimos aquí, peleándonos cada día
contra mezquindades, haciendo camino. Creo que ahora me entenderás mejor,
porque poner en riesgo lo que más quieres en el mundo, lo mismo que en este momento
abrazas infinitamente desde el alma, nunca es una opción. Cualquier otra
alternativa siempre será mejor, pase lo que pase.
En este instante, el curso del río se adentra en un terreno
llano y pedregoso, una etapa llena de sorpresas y de retos. Es el turno de los
que luchan, de los que perseveran, de los que crecen. Yo ya no tengo la
frescura de hace diez años pero tampoco la ñoñez . Ya no vivo desde el otro
lado del espejo, mendigando un átomo de
luz, una brizna de apoyo en mi gesta diaria.Ya no espero lo imposible, pero sí
la oportunidad de seguir compartiendo lo mejor de mí con aquellos a quienes amo,
de dejar que mis sueños afloren, y, sobre todo, de no olvidar. Un mundo sin
raíces, vacío de apegos y recuerdos, es lo que más se parece al infierno.