La verdad es que, algún día, se te olvidan todas las pequeñas cosas importantes y tan solo recuerdas tonterías inútiles que ya están recogidas en los libros ¿Y de qué sirven si tu memoria resbala con los años mientras te vas convirtiendo en otro ser mediocre?
Al fondo, en la lejanía, permanece esa llama luminosa parecida a la que ardía en el hogar hace ya tanto tiempo... Mientras tanto, el otro fuego de tu vida crece y va tragándose todos los momentos. Te quedas, entonces, vacía y calcinada como Roma y en lo más hondo del alma, en tu trémulo interior, solamente permanece el aliento de la muerte.
Si está ahí, todavía, aunque débil, cuídala,alimentala y vuelve a hacer que todo cobre cierto sentido...
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